lunes, 30 de diciembre de 2013

Fantasías de violación

La violación sigue siendo una fantasía común entre las mujeres. No quiero decir que las mujeres que fantasean con la violación deseen de verdad experimentar una violación real. En estos casos, estas mujeres lo que pretenden es ser dominadas, sentirse indefensas y de alguna manera disfrutar de los actos sexuales a que son “obligadas”. Pero como fantasía que es sólo lo desean con alguien con quien se sientan seguras, alguien que suponga para ellas una garantía de que solo será un juego. 

Estas fantasías tienen un papel en el BDSM. Mucha gente representa estas fantasías de violación consensuada con sus compañeros. 

Para la mayoría el dominio del Dom sobre el sum en tales escenas es la fuente principal de excitación, mientras que en todo momento saben que en realidad están a salvo de cualquier daño real. También es algo muy delicado y nada que deba hacerse sin una cuidadosa planificación y mucha discusión previa.

Pero una escena de violación tiene características propias. Las personas que intervienen deben interpretar sus papeles correctamente, mientras que a la vez vigilan atentamente si la escena va mal, ya que es fácil que en ocasiones la víctima sufra un ataque de pánico. 

Una fantasía de violación puede ser una escena muy intensa considerando que incluye efectos psicológicos además de físicos. Un buen Dominante suspenderá la escena nada mas que perciba que va mal, antes de ocasionar un daño real. No olvidar que estas escenas pueden ser peligrosas psicológica, emocional y físicamente. Recordar, que en el BDSM todos los juegos (excepto el castigo, e incluso a veces hasta éste) se hacen por mutuo placer, así que es importante que todos se sientan seguros y cómodos con la escena y su transcurrir. 

Una escena de violación requiere cuidadosa planificación y desarrollo. Por ello es necesario que los participantes se conozcan bien. Los cuidados después de la escena son muy necesarios. Es importante que la persona Dominante haga sentir a la sumisa que está segura, que le quiere y le cuida. 

En resumen, disfrutemos del BDSM en cualquiera de sus variantes siempre que nos apetezca -nunca bajo presión, amenazas u obligación- y llevémoslo a cabo, sin excepciones, con personas en las que tengamos depositada nuestra absoluta confianza. Sensato, Seguro y Consensuado.

Anastasia ©
14.10.2007

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