sábado, 4 de enero de 2014

Confianza

Si existe algo prioritario en una relación, sea de la índole que sea, es la confianza. La confianza es la base de cualquier sentimiento, sea de amistad, de amor y por supuesto, entre Amo y sumisa. Si no confiamos en quien tenemos al lado, si no tenemos la certeza de que somos la única persona en aquel determinado apartado de su vida, nada puede funcionar. Es difícil tejer esa confianza, es un pilar que tarda mucho tiempo en construirse y se levanta a fuerza de tesón, de entrega, de voluntad de ser y estar. Durante el proceso de construcción de esa importantísima base es vital que nada pueda resquebrajar los cimientos, que no existan accidentes en el camino, puesto que aunque pensemos que el pilar sigue levantándose, en realidad estará dañado en sus entrañas y esas heridas resurgirán cuando menos lo esperemos, el azote del mínimo viento, la más leve tormenta, puede resucitar el dolor, la desesperación y lo que es peor, los miedos. 

En una relación D/s y visto desde la perspectiva de la sumisa, esos miedos se ven acrecentados por la dependencia que se ha ido creando durante el tiempo de relación. Ya no se trata sólo del miedo a no ser lo suficientemente buena, a que aparezca otra mejor o más interesante, a no ser bastante para El o a dejar de ser el centro de su vida y sus pensamientos, existe también un temor más fuerte y poderoso que estriba en perder el apoyo, el bastón, la guía que representa tu Dominante (si éste ha hecho bien su trabajo). El temor que te invade al pensar que si existe otra dejará de caminar contigo, dejará de llevarte de la mano y aunque no lo haga, aunque no se aleje de ti, pensar que dirá a otra las cosas que también te dice a ti, que le dedicará sus sonrisas, sus gestos de cariño, sus azotes y sobretodo sus consejos, te destroza y te desmoraliza hasta tal punto que puedes incluso a ver fantasmas donde no los hay… y cuando reflexionas y te das cuenta de que tal vez, y sólo digo tal vez, no existan, es cuando descubres que quien ha matado tu relación ha sido esa falta de confianza. 

De ahí la importancia de asentar cualquier historia sobre una base fuerte de seguridad y fidelidad, de ahí la importancia a no mentir, a no fallar, por supuesto desde las dos partes, puesto que, como la mayoría de los errores que cometemos en la vida, al final este tipo de equivocaciones también acaban pasando factura.

Anastasia ©
10.07.2011

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